Colección Estación Cine, n.º 22.

Cine del ajuste

Fuster, Sergio Luis
Cine del ajuste / Sergio Luis Fuster ; dirigido por Sergio Luis Fuster. – 1a ed . – Rosario : Ciudad Gótica, 2019.
292 p. ; 20 x 13 cm. – (Estación cine / Sergio Luis Fuster ; 22)

ISBN 978-987-597-399-2

Análisis Cinematográfico. I. Título.
CDD 791.4301

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Después de 33 años de trabajo en el Poder Judicial, y cuando ya me estaba yendo para comenzar otra etapa de mi vida, mi querido amigo y compañero, Sergio Fuster, me propuso prologar este libro. Sinceramente, me emocioné, porque me pareció fascinante abordar de manera sencilla el trabajo humano y la rama del Derecho que lo protege, uno de los temas que siempre me apasionó y a cuya defensa – desde distintos espacios- dediqué más de la mitad de mi vida. Por eso, antes que nada, gracias Sergio, por pensar en mí, y a todos los autores por su magnífica labor.
Este libro está perfectamente dividido en capítulos que agrupan películas atinentes a la vida y a los padecimientos de los trabajadores y las trabajadoras en Europa, Estados Unidos y Canadá, América Latina, Argentina y un descriptivo e interesante epílogo de Amadeo Acero: El Rostro de los Trabajadores.
Pero lo más importante de esta obra es que al analizar estas películas, nos interpela y nos hace reflexionar sobre si las luchas obreras del Siglo XX eran muy distintas a las actuales, o si solo las formas tal vez hayan variado, pero la sustancia siga siendo la misma.
El cine y el derecho del trabajo han recorrido caminos paralelos. Nacieron en una misma época (hacia fines del siglo XIX) y muchas veces el cine fue reflejando la evolución de las cuestiones laborales.
No en vano el 27 de diciembre de 1895, fecha que se señala como del nacimiento del cine, se convirtió en exhibición pública el invento de los hermanos Lumière y las dos breves películas que como muestras de imágenes en movimiento se proyectaron, corresponden a hechos cotidianos absolutamente ordinarios, pero vinculados con el trabajo.
Sus títulos eran: La salida de los obreros de la fábrica y Llegada del tren a la estación de la Citat. (Enrique Pulecio Mariño: “El cine análisis y estética”. www.unbpa.edu.ar)
El cine es una herramienta didáctica muy eficaz, pues –como arte que es- constituye un medio de representación de la realidad, es un soporte expresivo para la difusión del pensamiento y un fuerte estímulo a la imaginación, como también – parafraseando a Franco Yago –“frente a las políticas de olvido, es un gran reivindicador de la memoria”.
Un importantísimo jurista francés, Alain Supiot —que también se ha ocupado del “trabajo entre el derecho y el cine”, ha dicho que la ley y el arte comparten el poder común de inscribir a cada ser humano en una imagen del mundo que lo sobrepasa, pero en la cual, no obstante, puede reconocerse. (SUPIOT, Alain, “Préface a Le travail, entre droit et cinéma”, Collection L’Univers des normes, Rennes, 2012, p. 12. Citado por Héctor Omar García en el Ciclo “El cine como recurso aplicado a la enseñanza del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social” Facultad de derecho UBA – 2015)
Y en esta línea, se describen en esta obra colectiva temas tan vigentes como lo inhumano de la avaricia de aquellos a los que les resbala el sufrimiento ajeno y solo piensan en aumentar sus riquezas, y por ende su poder. La humillación a la que son sometidos los trabajadores y sus familias, y especialmente las mujeres.
Las luchas por la jornada laboral de 8 horas; la remuneración y la pregunta sobre si la dignidad del trabajador tiene precio.
El drama de los trabajadores rurales que emigran a las grandes ciudades con la esperanza de que allí alcanzarán un mejor futuro, una mejor calidad de vida; y en muchos casos las decepciones posteriores.
Los padecimientos de las mujeres trabajadoras, la precarización laboral, los infortunios laborales y el trabajo infantil.
Las condiciones de trabajo y libertad sindical, la problemática de las consecuencias que sufren los trabajadores que deciden encabezar las luchas y la represión de la que son víctimas quienes participan de ellas, los despidos colectivos.
El sufrimiento de los y las trabajadoras jubilados, quienes luego de toda una vida de esfuerzo, ven cómo el Estado y la sociedad los abandona a su suerte.
Las películas que se analizan en este libro, atraviesan también, distintos momentos político-sociales del mundo y la aparición en los años noventa del fenómeno de la globalización y su consecuencia más negativa: la desocupación.
El peregrinar diario de los desempleados, las puertas que no se les abren, los empleos precarios, la pérdida de la autoestima, las crisis familiares, el desamparo, la pérdida de la identidad social.
El problema de la xenofobia y el odio hacia los inmigrantes que son tratados -antes y ahora en algunos países – como enemigos de la patria; y la precarización laboral a la que se ven sometidos.
Y analiza también la cuestión de los jóvenes sin trabajo, sin posibilidades de estudiar, sin futuro, con una sociedad que fomenta la competencia a ultranza, sin valores,
Trasuntan estas películas el flagelo de la violencia laboral del que recién ahora, en el Siglo XXI, se está tomando real conciencia de su existencia, como también de la cuestión de género, la brecha salarial entre hombres y mujeres, el acoso laboral y la discriminación.
Se han producido cambios muy profundos en el mundo del Trabajo que provocan- entre otras cosas- incomprensiones y rupturas generacionales entre jóvenes y adultos en relación a la forma de entenderlo. Las transformaciones son tan aceleradas que pareciera que el Derecho de Trabajo no las puede contener íntegramente, sin embargo, se advierte fácilmente que subsiste la problemática básica, es decir la tensión entre el capital y el trabajo, y que entonces el cuerpo teórico de la disciplina laboral está más que vigente y alcanza para abordar los conflictos individuales y colectivos entre trabajadores y empleadores. SOLO ES UNA CUESTION DE DECISION DE AQUELLOS QUE TIENEN QUE DIRIMIRLOS.
Prueba de lo dicho es que, en el instrumento fundacional de 1919 de la OIT escrito en el Palacio de Versalles, a poco de finalizar la Primera Guerra Mundial, se denunció: “Existen condiciones de trabajo que entrañan tal grado de injusticia, miseria y privaciones para gran número de seres humanos, que el descontento causado constituye una amenaza para la paz y armonía universales”. Ciertamente ninguna de aquellas causas de indignidad humana ha podido ser erradicadas
Cien años después, en la reciente Declaración del Centenario de la OIT para el futuro del trabajo 2019, se afirma que “Es imprescindible actuar urgentemente para aprovechar las oportunidades y afrontar los retos a fin de construir un futuro del trabajo justo, inclusivo y seguro con empleo pleno, productivo y libremente elegido y trabajo decente para todos” y que “ese futuro del trabajo es fundamental para un desarrollo sostenible que ponga fin a la pobreza y no deje a nadie atrás”.
Ojalá que la reflexión colectiva que propone este libro, a través del cine, pueda ayudar a reforzar el concepto de que “el trabajo no es una mercancía”, que los trabajadores y las trabajadoras deben seguir siendo “sujetos de preferente tutela constitucional”, y que efectivamente nadie quede atrás.

Susana Victoria Perkins

Secretaria de Finanzas del Sindicato de Trabajadores Judiciales de la Provincia de Santa Fe año 1990 hasta 2012.
Jueza titular del Juzgado Laboral N° 1 de Rosario desde 2009 hasta 2019

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