Colección Estación Cine, n.º 8.

Justicia penal y cine

Fuster, Sergio Luis
Justicia penal y cine / Sergio Luis Fuster ; Rodolfo Velázquez ; Antonio Ramos. – 1a ed. – Rosario : Ciudad Gótica, 2007.
130 p. ; 13×19 cm. (Estación cine; 8 dirigida por Sergio Luis Fuster)

ISBN 978-987-597-068-7

1. Cinematografía. I. Velázquez, Rodolfo II. Ramos, Antonio III. Título CDD 778.5

Dónde conseguir las publicaciones:

En ROSARIO (Santa Fe):
Oxímoron.ar >> Gal. Rosario local 131, San Martín 862
EMR librería municipal >> Presidente Roca 731

En CABA:
Librería Hernández >> Av. Corrientes 1436 / Av. Corrientes 1311
Librofilm >> Av. Corrientes 1145, local 13
Libros del Camino >> Junín 314
Metaphora Libros >> Bartolomé Mitre 2099
Función Privada >> Av. Entre Ríos 140 / Flanklin 526

Ninguna imagen mejor que la magia del cine para encarnar el drama y los cuestionamientos del ritual del castigo por el delito. Ese punto de conjunción entre el proceso penal y el arte entreabre una puerta íntima para acercarnos a la sensación de fracaso y sufrimiento de los protagonistas del conflicto. Y nos acerca, también, a la inquietud torturante del juez (o jurado) sensible y preocupado por el “otro”.
Ramón Teodoro Ríos

¿Qué juzgan los jueces? ¿Cómo juzgan los jueces? Para la historia de la humanidad indudablemente constituye un logro que a las personas no se las pueda juzgar por su modo de ser sino por sus acciones (el “hecho” del artículo 18 de nuestra Constitución). Esto, sin embargo, acarrea muchas veces consecuencias indeseables, como que se termina juzgando a un ser humano por un hecho aislado de su vida, un acto manifestado en un instante pero que, quizás, contradice toda una línea de conducta mantenida durante años, cristalizando en ese momento toda la materia a juzgar sin atender a lo anterior. Un proceder reduccionista de tales características puede producir resultados injustos.
Julio de Olazabal

Como el jurado N.º 8 en Doce hombres en pugna, a veces debemos mantener contra viento y marea la fe en que sólo una profunda convicción en la presunción de inocencia del prójimo, más allá de indicios parciales, nos permitirá alcanzar la verdad.
Ricardo Guiamet

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